HEIDEGGER, GAGARIN Y NOSOTROS (COMENTARIO)

HEIDEGGER, GAGARIN Y NOSOTROS: COMENTARIO AL TEXTO DE LEVINAS
Publicado en 1961 en el periódico L’Information Juive, esta nota de Levinas es contemporánea de Totalidad e Infinito. Su importancia es mucho mayor que lo que deja suponer su tema central, remoto ya para los lectores contemporáneos. ¿Que podemos aprender hoy de esta intervención circunstancial sobre un hecho relativamente menor? Recordemos que el vuelo del cosmonauta soviético Yuri Gagarin fue el primer vuelo tripulado al espacio, hecho que se produce en el contexto de la competencia entre la URSS y los Estados Unidos por la conquista del espacio, competencia que sublima pero mantiene presente al mismo tiempo la carera armamentista y la confrontación sorda que caracterizó a la Guerra Fría.

El procedimiento de Levinas es característico de su pensamiento y de su predica política. Es habitual pensar que Levinas no tuvo un pensamiento político, o que si lo tuvo, este fue inconsistente con su ética. Así parecen entenderlo Badiou y otros. En realidad, si leemos atentamente este y otros de sus ensayos, veremos que Levinas tiene un pensamiento político claramente definido, y que no se abstuvo de proclamarlo en las pocas tribunas que tuvo a su disposición.

El viaje de Gagarin al espacio no fue solamente un hecho histórico o un hito en la historia de la exploración del espacio. Antes que cualquier otra cosa, fue un acto simbólico en el contexto de la confrontación entre el mundo socialista, que por su intermedio afirmaba simultáneamente su capacidad tecnico-militar, y la ventaja que había tomado frente a su contrincante. A pesar de que este hecho en si no representaba ninguna ventaja estratégica concreta, su impacto en términos de propaganda ideológica era considerable. Esa y no otra era la justificación real de los ingentes recursos que fueron invertidos en la carrera espacial.

Frente a este hecho, la reacción puede ser antes que nada una reacción partidaria. Quien este a favor del bloque socialista, hablará de la proeza técnica, y del significado de este evento para el desarrollo del socialismo y la eventual destrucción del capitalismo. Para los opositores al bloque soviético, es un hecho a señalar con horror, o con preocupación.

Levinas comenta el evento en tanto que proeza técnica pero no en nombre de un partido sino de la humanidad. Lo toma no en lo que nos separa en campos políticos irreconciliables sino en lo que nos unifica:

“Lo admirable en la hazaña de Gagarin no es su magnífico número de Luna Park que impresiona a la multitud; tampoco lo es la performance deportiva realizada al llegar más lejos que los otros, batiendo todos los récords de altura y velocidad. Más importante que todo eso es la apertura probable a nuevos conocimientos y a nuevas posibilidades técnicas, son el coraje y las virtudes de Gagarin, es la ciencia que ha hecho posible la hazaña y todo lo que todo esto a su vez presupone en términos de espíritu de sacrificio y de abnegación. Pero quizás lo que cuenta por encima de todo es el hecho de haber abandonado el Lugar. Por una hora, un hombre ha existido fuera de todo horizonte -todo era cielo alrededor suyo o, más exactamente, todo era espacio geométrico. Un hombre existió en lo absoluto del espacio homogéneo.”

Las virtudes que Levinas exalta son virtudes fundamentalmente humanas, que escapan a los conflictos entre los bloques. El desarrollo científico, la dedicación y sacrificio de los que hicieron posible este hecho. Y por encima de todo, rescata Levinas la significación iluminista implícita en la destrucción del mito del Lugar o Solar, mito cuya forma moderna mas elaborada encontramos en la filosofía pagana de Martin Heidegger.

¿Porque hacer de la crítica a la filosofía de Heidegger el tema central que ocupa 2/3 del artículo? Es posible que Levinas, escribiendo en 1961, este pensando en la unión transitoria pero históricamente trascendental entre las democracias occidentales y la Unión Soviética contra la Alemania Nazi y sus aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Levinas en sus escritos no aludió en general a la adhesión de Heidegger al nacionalsocialismo y a su actividad política en los primeros años del régimen nazi. Esta reticencia no se extiende sin embargo a la crítica a la filosofía de Heidegger, que tiene una presencia constante en la obra de Levinas. La cifra de Heidegger es la adoración de la autóctonia. Los genios del Lugar son el secreto terrible de la catástrofe que arrebato millones de vidas en el continente europeo apenas 20 años antes.

¿Cual es el secreto de la seducción del Lugar? Según Levinas

“La doctrina es sutil y nueva. Todo aquello que, desde hace siglos, nos parecía como agregado por el hombre a la naturaleza, reluciría ya en el esplendor del mundo. La obra de arte -destello del ser y no invención humana- hace resplandecer ese esplendor pre-humano.” (nuestro subrayado)

No es el olvido del Ser el problema fundamental de la filosofía, sino la tendencia a olvidar que nuestro mundo, con las buenas y las malas cosas que lo pueblan, las sublimes y las ridículas, son creación humana. Y por lo tanto, en principio, capaces de perfeccionamiento. Ni el Ser ni el Destino no son sentido, solo la acción humana es fuente de sentido y de sin-sentido. Mientras que para Heidegger, hasta la obra de arte deja de ser acción humana e invención para convertirse en mero medio para una existencia pre-existente y originaria, es decir, que en nada podemos alterar, pueda manifestarse.

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