Violencia y Religion segun Zizek

El predominio de la violencia de justificación religiosa (o étnica) puede explicarse por el hecho de que vivimos en una era que se considera a sí misma post-ideológica. Como ya no es posible movilizar grandes causas públicas en defensa de la violencia de masas, es decir, la guerra, como nuestra ideología hegemónica nos invita a disfrutar de la vida y realizarnos, a la mayoría le resulta difícil superar su repugnancia a torturar y matar a otro ser humano. Las personas, en general, se atienen de forma espontánea a unos principios morales y matar a otra persona les resulta profundamente traumático. Por eso, para lograr que lo hagan, es necesario hacer referencia a una Causa superior que haga que las pequeñas preocupaciones por el hecho de matar parezcan una nimiedad. La religión y la pertenencia étnica desempeñan ese papel a la perfección. Por supuesto, hay casos de ateos patológicos que son capaces de cometer asesinatos de masas por placer, simplemente porque sí, pero son excepciones. La mayoría necesita que anestesien su sensibilidad elemental ante el sufrimiento de otros. Y para eso hace falta una causa sagrada.
S. Zizek, El complejo poético-militar, El Pais 07/08/2008

Sin embargo, previo a la pregunta acerca de la necesidad de explicar en una forma especifica la violencia, tenemos que explicar la irrupcion de la violencia misma:

La sociedad posmoderna y reflexiva actual, aparentemente hedonista y permisiva, es paradójicamente la que está cada vez más saturada de normas y reglas que supuestamente están orientadas a nuestro bienestar (restricciones a la hora de fumar y comer, normas contra el acoso sexual…), de modo que la referencia a una identificación étnica apasionada, en vez de contenernos, sirve de llamamiento liberador: «¡Podéis!». Podéis infringir las estrictas normas de la convivencia pacífica en una sociedad tolerante y liberal, podéis beber y comer lo que queráis, asumir costumbres patriarcales que la corrección política liberal prohíbe, incluso odiar, luchar, matar y violar… Sin reconocer plenamente este efecto pseudoliberador del nacionalismo actual, estamos condenados a no poder comprender su verdadera dinámica

Ambas explicaciones me parecen insuficientes. Veamos la segunda. La violencia no es aqui explicada en funcion de la dinámica misma de la sociedad moderna (o post-moderna si se quiere), sino como conflicto entre naturaleza (fumar, beber, comer, asumir costumbre patriarcales, es decir, un eufemismo por violar y pillar) y normas sociales. Pero las presuntas necesidades naturales a las que se refiere Zizek son ya sociales. Zizek quiere sugerir que la presunta liberalización de las costumbres en las sociedades post-moderna es represiva, de hecho mas represiva que la victoriana y calvinista que remplazaron. Mas aun, esta liberalización seria justamente la causa de estos estallidos de violencia.

La teoría que en las sociedades modernas el control social funciona no mediante prohibiciones sino por medio de una de-sublimación represiva fue desarrollada, entre otros, por Herbert Marcuse. Foucault la retomo en parte, aunque critica otros aspectos de su obra. Paradójicamente la comparten también medios conservadores, que aspiran por su intermedio redorar los blasones de valores y modos de comportamiento actualmente desacreditados.

Si esto fuera cierto, tendríamos que esperar que son aquellos que mejor asimilaron el modelo de liberación-represiva los que periódicamente requieran liberar esas energías reprimidas. Deberíamos ver también un incremento en conductas de tipo ascéticas. No es imposible señalar tal o cual otro aspecto de las sociedades modernas como prueba. Pero para confirmar esa premisa, tenemos que separar cuidadosamente aquellos ejemplos que pueden ser explicados no por el modelo de subordinación a la a la sociedad de-sublimada sino por la exclusión de la misma. Nuestras sociedades post-modernas prometen mucho mas de lo que pueden y quieren cumplir, y la tensión entre promesa y su incumplimiento es uno de los principales factores de las violencias sociales que encontramos en las mismas. De hecho, las sociedades donde ocurrieron los hechos que dieron objeto a esta nota de Zizek, los actos de violencia durante la guerra civil en Bosnia y en general en la antigua Yugoslavia, solo con una cierta aproximación parece responder al mote de post-modernas. Se trato, mas bien, de sociedades en proceso de transición, de una economía que pretendía ser centralizada a una tipo capitalista. ¿Acaso una de las definiciones de la postmodernidad no es el escepticismo frente a las narrativas totalizantes, entre las cuales las identidades étnicas y nacionales figuran en primer plano?